martes, 10 de agosto de 2010

Hoy os voy a contar una pequeña historia. Desde que comencé con esto de las miniaturas no hago nada más que pedir cosas a todo el mundo que conozco: lazos, retales de tela, puntillas...cualquier cosa que me pueda valer para mis minis. Hace unos días, una amiga se fue de compras y en una de las tiendas, en los probadores, se encontró unos trocitos de lazo y otro trocito de una etiqueta de organza. Se acordó de mí y lo recogió. Al cabo de unos días me lo dio y sin quererlo me propuso un reto: "a ver qué se me ocurría con esos lacitos y con ese trocito de organza". Pues Eri, aquí va, te lo dedico, es un bebé pequeño, pequeño, pequeño, un juguete para los habitantes de la casa de muñecas. Por cierto, todavía me queda algún trocito de lazo...

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